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Comunicado MAELA Costa Rica.

En el marco del 15 de octubre: Día Internacional de las Mujeres Rurales, y el 16 de octubre Día Internacional de la Alimentación

Varias organizaciones de personas campesinas, indígenas, productoras agrícolas, ambientalistas, y otras personas a título individual, quienes somos parte de la articulación MAELA (Movimiento Agroecológico de América Latina y el Caribe) capítulo Costa Rica, nos encontramos recientemente en la comunidad Pilar de Cajón, de Pérez Zeledón, para discutir sobre la situación de la Agroecología en nuestros territorios y analizar cómo el modelo agroindustrial impacta negativamente en la producción de los alimentos en nuestras comunidades.

En el marco del 15 de octubre, Día Internacional de las Mujeres Rurales, y el 16 de octubre, Día Internacional de la Alimentación, queremos comunicar a la población en general, que el campo
costarricense vive un acelerado deterioro, se pierden cultivos como el café, granos como frijoles y maíz y otros alimentos de consumo local. La agricultura se produce con una gran carga de insumos tóxicos que provocan una gran contaminación. En el campo la mayoría de la gente no se anima a denunciar estas prácticas ni otras vinculadas a violación de derechos laborales, porque tiene algún pariente trabajando en una plantación y temen ser despedidos.

Por otro lado, en los territorios indígenas ocupados de forma ilegal por finqueros se hizo y sigue haciendo saqueo de la madera, destrucción de la biodiversidad, prácticamente se ha impuesto la producción de monocultivos.

Las comunidades que viven condiciones de pobreza desconocen sus derechos, hay mucha desinformación sobre lo que está pasando y cómo nos está afectando. Las familias campesinas están perdiendo la tierra. Y con ello hay una acelerada pérdida de la biodiversidad, que conduce a una mayor dependencia alimentaria. Solo se promueve el monocultivo y el turismo, y esto nos hace más vulnerables y dependientes como comunidades.

La mayoría de la población desconoce que se ha venido montando un verdadero despojo, las fincas campesinas se van concentrando en grandes empresas, porque el Estado deja a las familias aisladas, sin apoyo, mientras sí se favorece a las grandes empresas y mientras se empuja a las economías campesinas a un mercado criminal, en absoluta desventaja.

En momentos de crisis planetaria, cuando está ampliamente demostrado que el modelo agroindustrial de gran concentración de la tierra, deforestación, monocultivos, contaminación, solo profundiza la crisis, las instituciones del Estado costarricense siguen promoviendo monocultivos y contaminación, en lugar de promover realmente la solidaridad, la producción agroecológica y la construcción de soberanía
alimentaria.

La concentración de la tierra y el incremento de monocultivos están haciendo un verdadero cercamiento de la producción campesina y las comunidades, como lo vemos en áreas cada vez mayores de piña y palma africana que nos están envenenando.

Por eso, además de continuar con nuestras acciones de defensa de la producción agroecológica en campo, queremos comunicar a la población en general nuestra preocupación, porque estas
políticas que se vienen desarrollando son una guerra contra nuestra producción de comida, que se está agravando con las consecuencias de la pandemia. Los precios de la comida están subiendo constantemente, y las políticas quieren desmantelar aún más la producción de alimentos. La crisis se va agudizando todavía más. En esta dirección apuntan las recientes políticas como los decretos ejecutivos de julio y agosto en los que se eliminan las regulaciones sobre el costo del arroz; lo que constituye un duro golpe a la producción nacional y luego, por supuesto, será un duro golpe a toda la población consumidora.

También atenta contra la producción de alimentos el debilitamiento del espacio de comercialización en el Programa de Abastecimiento Institucional, que abastece hospitales y otras instituciones, en el cual han vendido una cantidad importante de familias productoras y hoy estando siendo excluidas producto de la Regla Fiscal.

Es urgente una transformación radical de nuestro sistema alimentario a favor de la soberanía alimentaria, acompañado de políticas públicas adecuadas para reducir la dependencia de las importaciones de alimentos y potenciar los sistemas alimentarios nacionales. Además que las instituciones apoyen el derecho a la Alimentación y la agroecología, garanticen los derechos de los pueblos el acceso a tierra, agua, semillas y reconozcan el papel fundamental de las mujeres en la
producción de alimentos.

Por eso desde MAELA Costa Rica llamamos a la población a organizarse para conservar la tierra, denunciar el acaparamiento de la tierra en todas las zonas del país, denunciar la contaminación, consumir productos locales y nacionales, a todas las personas que tienen acceso a un pedazo de tierra a seguir sembrando, defender las semillas en manos campesinas, fortalecer los mercados locales, solidarizarnos para romper la subordinación y fortalecer la soberanía alimentaria.

MAELA Costa Rica. 16 de octubre de 2022.

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